Crónica desde adentro del vagón de TBA. Por Lucas

Hoy me tomé el tren de las 7:00 que salió 7:15 y según el chofer ya estaba con problemas. Recién a las 9:00 pude haber tomado el siguiente tren a Retiro, ya era demasiado tarde y volví para Tigre.
Me parece que es importante, porque si bien no pasó ninguna tragedia, demostró muchas falencias por parte de la empresa TBA que si algún día pasara algo un poco más importante mucha gente saldría lesionada. Por esto creo que es importante denunciarlo públicamente.
La cuestión es que el tren en el que iba, cuando aún era de noche y entre medio de dos estaciones (Becar-San Isidro), se prendió fuego. Yo iba en un extremo, y el que presentó desperfectos fue el coche del otro extremo. El incendio no fue importante, solo unos cables chamuscados en la computadora central del vagón.
No creía que se había prendido fuego el tren, pensé que era una excusa de los trabajadores para no trabajar, no sería la primera vez que pasa. Tampoco creí que fuese verdad cuando vi a un operario de la empresa correr al lado del tren con el matafuego en la mano, recién confié en ellos cuando llegaron los bomberos.
En el medio de la nada, sin luz, ¿a dónde ir? La gente abría las puertas y se tiraba del tren que apenas se desplazaba muy lentamente. El tren tiene un sistema de audio para informar a los pasajeros de diferentes situaciones, nunca he visto que haya sido usado, hoy no fue la excepción.
La infraestructura preparada para la evacuación demostró no ser apropiada. Las escaleras eran escasas, pequeñas, inaccesibles, la gente con movilidad reducida (inválidos o ancianos) no hubiera podido salir. El personal de la empresa, también brilló por su incompetencia. Nunca supieron exactamente que procedimiento seguir, la gente desesperada, rompió la ventana del coche que “se quemaba” (lo pongo entre comillas, porque fue un incidente menor, pero en el momento se actuaba como si fuera una catástrofe). En un momento, los bomberos y la policía nos pedían que bajemos del tren, que estaban “en situación” como dicen ellos cuando hay un problema latente. Mientras tanto, el personal del tren, que en un momento nos quería echar a patadas para que bajemos, decía que estaba todo bajo control y que podíamos quedarnos arriba del mismo. Hasta que no hubo varios empleados de la empresa sobre el tren, el conductor no se atrevió a salir de su cabina y explicar por qué si sabía que el tren estaba con problemas no había hecho nada, ni siquiera avisarnos. Estuvimos un montón de tiempo esperando que una locomotora venga desde Garín a remolcar el tren hacia Victoria. Nos dejaron en Becar y en 10 minutos llegó un tren con destino a Retiro, ya venía completamente lleno, mucha gente no pudo subir a él.

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