viernes, 7 de marzo de 2008

Pungueame que me gusta

En estación Agüero a las 12 de hoy el motorman advertía a los
pasajeros: “por favor cuiden sus pertenencias porque hay punguistas en las formaciones”.
Los pasajeros agarraron más fuerte sus bolsos. Las miradas se entrecruzaron buscando un posible sospechoso para alejarse unos metros.
Son conocidos los pungas que operan en el subte. Lástima que los que tienen que erradicar estas bandas no lo hacen ¿no?.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Todos los días viajo en la línea B, y lo que voy a contar causa gracia, pero a la vez es para llorar. Los que viajamos habitualmente, ya conocemos a los punguistas, y no se si es porque saben que si nos roban nos van a ver la cara al día siguiente, mayormente los "habitues" a ser amigos de lo ajeno, no roban a quienes ven seguido. En fin, lo increíble, es que el otro día iba a buscar a mi hijo al colegio y llevaba un regalo para un cumpleaños de una nena, uno de estos señores que aparentemente era nuevo, me quiso robar el regalo, a lo que le grité: ¡se nota que sos nuevo!. Es increíble, la ley de la mafia nos rodea.

Anónimo dijo...

Los trenes bala: Carta abierta a la Presidenta CFK


Por Mempo Giardinelli
Señora Presidenta: En mi carácter de intelectual argentino que vive en el interior del país, me dirijo a usted como uno más entre millones de argentinos que la votamos en octubre pasado, pero también porque fui de los primeros en poner en duda, públicamente, la construcción del llamado Tren Bala. Lo hice desde el inicio de los anuncios, en mayo de 2007, en la revista Debate y en los diarios La Voz del Interior (Córdoba) y Norte (Resistencia). De hecho fui uno de los primeros periodistas que subrayaron la grosera contradicción que es semejante obra en un país ferroviariamente devastado como el nuestro. Por eso me sentí aludido en su duro discurso y me permito replicar con todo respeto sus afirmaciones.

Mi argumentación fue –y la reitero– que más allá de que los trenes bala (el Intercity alemán, el TGV francés o el AVE español) requieren un contexto tecnológico y sociocultural que nosotros no tenemos, en un país en el que los ferrocarriles fueron destruidos de manera vil, y donde el sistema de transporte está colapsado, no tiene sentido ejecutar obras que beneficiarán a pocos pasajeros, los más ricos de las tres más grandes ciudades argentinas. En los AVE españoles, por ejemplo, la capacidad máxima es de 329 pasajeros (38 en Primera, 78 en Preferente y 213 en Turista) y el costo del boleto Madrid-Sevilla, por ejemplo, es de entre 115 y 174 euros. Calculando un promedio de 130 euros para esa distancia (538 kilómetros), implica un costo de 24 centavos de euro por kilómetro. Si lo pasamos a $4,50 por euro, un viaje a Rosario (300 kms) costará $324. Y a Mar del Plata (400 kms) $432.

Esos precios sólo podrá pagarlos una elite. Y si acaso llegaran a ser más bajos será mediante subsidios, con lo que todos los argentinos terminaremos pagando los viajes de esa pequeña clase privilegiada.

Por eso en mis primeras críticas a estos trenes escribí que el anuncio original de que el tren bala Retiro-Rosario costaría 1320 millones de dólares (unos 4000 millones de pesos) conducía insoslayablemente a pensar que semejante masa de dinero podría invertirse –con muchísimas ventajas– en la rehabilitación de ramales que refuncionalizarían nuestro degradado sistema con vías renovadas y trenes comunes mejorados, tanto para el transporte de mercancías como de personas.

¿No sería más sensato contar con trenes de velocidad moderada como el Talgo, que corre a 120 kilómetros por hora y bien podría llegar a Bahía Blanca, Salta, Bariloche, Mendoza o Posadas, y unir al país transversalmente de manera que un misionero que va a Jujuy o Neuquén no tenga que pasar por Buenos Aires, por caso? Esto alentaría, además, una fenomenal recuperación económica en varias provincias.

No soy especialista en trenes, pero algo sé de sentido común y puedo entrever varios problemas colaterales: un tren bala exige una infraestructura de vías especial (el ancho de vías de los europeos es de 1,668 metros); electrificación integral (el AVE utiliza corriente alterna a 25.000 Volts y 50 Hz); protección exterior de las vías con muros o vidrios blindados a ambos lados; señalamiento y comunicaciones sofisticadas con las formaciones en marcha; estaciones intermedias hoy inexistentes; enormes costos de mantenimiento y varios etcéteras.

Ahora mismo, usted anunció el tren bala Buenos Aires-Mar del Plata, a un costo de 600 millones de dólares para que viajen 300 personas en poco más de dos horas, a 250 kilómetros por hora. Yo me pregunto: ¿no sería más razonable y barato estimular la aeronavegación, hoy en tal estado terminal que apenas hay uno o dos vuelos diarios a Mar del Plata, cuando hace años había decenas?

Respetuosamente, Señora, pienso que está mal asesorada. Y es que en su Secretaría de Transporte sigue como titular el señor Ricardo Jaime, que en mi opinión y la de millones de argentinos (estoy convencido de ello, porque los veo padecer) es el más inepto funcionario de la gestión de su marido y de la suya. A la vista está su obra: el colapso ya inaguantable de la aviación comercial; los absurdos subsidios a los pésimos servicios ferroviarios y el deficiente sistema vial que hace que este país todavía no tenga autopistas transversales.

Tanto o más que la crisis energética, hoy el transporte es el mayor freno al desarrollo de la Argentina. Es imposible una política seria de industrialización, pleno empleo e inclusión social en un país desconectado como el nuestro. Es imposible combatir la pobreza y la indigencia que persisten, cuando provincias enteras han sido y son privadas de ferrocarriles y líneas aéreas, y sus caminos son deplorables.

La aeronavegación comercial en Brasil, México, Colombia o Venezuela está a cargo de docenas de aerolíneas que cubren extensos territorios. En cambio nosotros tenemos provincias que tuvieron seis o siete vuelos diarios y ahora sólo uno, o ninguno. Y no basta la condena a Aerolíneas Argentinas, que al fin y al cabo es una empresa privada, extranjera, que bien o mal ha invertido aquí y quiere ganar dinero, lo cual está perfecto. El problema no es esa compañía, sino el descontrol de una gestión oficial ineficiente y dañina.

Entonces, ¿no tenemos el derecho –y como intelectuales, la obligación–- de preocuparnos ante la posibilidad de que los trenes bala sean igualmente descontrolados, además de caros? ¿Es desmesurado pensar en todo lo bueno que se podría hacer en materia ferroviaria con los miles de millones de dólares que costarán los bala? Decir todo esto no es tratar “los temas con ligereza”, Señora, ni es resistencia a los cambios. Sé que usted me lee, y entonces sabe que no formo en las filas, precisamente, de lo que usted bien llamó “el pensamiento conservador”. Y si cabe una confesión cívica, yo la voté a usted porque desde 2003 nos gobierna una administración por lo menos contradictoria, y no, como fueron hasta entonces, gobiernos monocolores en su inoperancia, cretinismo, corrupción o todo eso junto.

Muchos la votamos esperando que usted continúe lo mejor de la gestión de su marido (Educación, Cultura, Defensa, Derechos Humanos, Cancillería, Corte Suprema de Justicia) y que ratifique –como ha hecho– el avance de los juicios a los genocidas. Pero también la votamos con la esperanza de que su gobierno termine con la corrupción; los organismos de control que controlan mal o nada; el clientelismo y la política como negocio y mil asuntos más, como la discriminación gremial a la CTA.

Es perfectamente posible, bueno y cívico hacer esta distinción, y no, como hace la miope oposición que hoy tenemos, ver todo en blanco y negro, o peor, sólo lo negro (aunque desde luego existe y mucho).

Para terminar, con absoluta honestidad y sin ironía alguna, le confieso que no sé si esto que escribo tiene el rigor intelectual que usted demanda, pero sí le aseguro –con el mayor de los respetos– que usted en este asunto está equivocada. Y es mi opinión que la están asesorando mal quienes acaso tienen, como sospechan muchos argentinos, intereses poco transparentes.

Acepte, por favor, mi saludo más respetuoso.

German R. dijo...

Mempo Giardinelli:

Excelente la crítica; pero no logro entender cómo un intelectual como usted pudo votar a alguien que no tenía ningún programa de gobierno, y la anterior gestión tenía, y las sigue teniendo, demasiadas deudas pendientes y asuntos que explicar.

No sé si se enteró de la intolerancia que tienen con las personas que piensan distinto. Darle el visto bueno a los puntos positivos de la anterior gestión, incluso esta, ya que siguen siendo lo mismo, es favorecer esa payasada de construir un país sobre la base de números dibujados grotescamente. No tienen asidero en la realidad, y por eso mismo, si todo está tan bien, ¿por qué no construir un tren bala? Ya que, para ellos, no hay crisis energética, no hay inflación, la inseguridad es una sensación. ¿Lo encontraron a Julio Lopez que ya no ofrecen la recompensa? ¿Alguna vez van a explicar qué pasó con los 500 millones de fondos de Santa Cruz cuyos intereses duplicaron la cifra?

La crítica es excelente y ruego que la señora presidente lo lea, pero me parece que su derecho a crítica se reduce notablemente al haber votado a un personaje cuya plataforma política era prácticamente un cheque blanco. Esa falta de programa es la que le justifica sacar de la galera un tren bala.

Y hablando de transportes, me gustaría que las máquinas de los bondis, comiencen a aceptar billetes. Algo que me rompe las bolas es que hay que pagar como la empresa quiere, y más de 20 monedas no permiten.

Lo triste es que con los aumentos, quedaron casi obsoletas las monedas de 10 y 5 centavos. Me cuesta $4,50 ir a Capital, ¿por qué no me dejan pagar con un billete de 5? O al menos, acepten más de 20 monedas, actualicen las máquinas, porque te tratan como un pobre miserable rata que quiere currar el viaje.

¿El servicio? Sigue siendo una mierda, y encima hay quilombos con los sindicatos que se agarran a tiros. Es la 60, la Monsa.

Anónimo dijo...

Al igual que Patricia, la semana pasada estaban los punguistas de la linea B, aclaro de la linea B, porque imagino que no se deben invadir territorios entre ellos. Cuestión que son 4 tipos grandes, uno incluso con un aparato en la garganta para respirar o para alguna otra cosa que no sabría decir. Lo llamativo fue que cuando se bajaron una señora le pregunta a una niña que se fije si tiene todo porque esos que se bajaron eran los punguistas de la B.
Ahora yo pienso si hasta una señora que viaja en el subte los conoce, que carajo hace el policía que además de verlo siempre hablando por teléfono ene la ventanilla, tiene la obligación de cuidarnos.

Grendel dijo...

Gente, no se preocupen, que todo lo de los pungas, o el mal servicio de los transportes se van a mejorar enseguida. Sólo hace falta que le afanen a un turista y van a ver como todos corren tras esa barbaridad. Porque, por si no se dieron cuenta, todo últimamente en el país y sobre todo en Bs As se hace para el turismo, pero nunca para que los que viajamos y vivimos aquí, y que pagamos impuestos. (ahora más caros gracias a Mauri, que es un político nuevo y ya mintió con el tema de los impuestos).
Y bueno, muchachos, no nos podemos quejar...nos la pasamos diciendo que no nos interesa la política, y entonces de la política y de nuestro dinero se apropian personajes como los que nos gobiernan.

Natita dijo...

Eso no pasa sólo en el subte...el otro dia estaba en el tren San Martin, sentada "comodamente"...se me sentó un muchacho al lado. Yo estaba con mi mp3, y el chico me toca el hombro, puse pausa para escuchar lo que tenia que decirme...
él: disculpame...falta mucho para llegar a Morris?
Yo: ehhh...ni idea, yo me bajo antes....nunca fui màs alla de mi estación...preguntale al guardia (que estaba parado a tres metros más o menos).

El muchacho se bajó incluso mucho antes que yo...y ni bien se baja se me acerca el guardia, y me dice:

Guardia: nena, por qué no te fijas si te falta algo?
Yo: lo qué? no entendí señor.
Guardia: que si te falta algo...el pibe ese ya lo tengo fichado...todos los días me viene alguien a decir que le robo el celular, o la billetera...y como vos estabas con el aparatito en las orejas y ya no lo tenes...no se, fijate si te falta algo...
Yo: Me estas cargando???????? sabes que el pibe roba y me venis a preguntar si me falta algo cuando el tipo ya se bajó del tren, cosa de que jamás lo recupere??????

Todavía no logro entender la situación.


Esperemos que alguna vez viajar en transporte público no sea más una odisea...o soy muy inocente de pensar así?

Anónimo dijo...

dios..hemos naturalizado el espanto!...y todos aca contentos como en todas las paginas de internet quejandose y diciendo que para que se van a involucrar...gente el poder esta en ustedes! solo el pueblo puede hacer que las cosas cambien!

Anónimo dijo...

Viajo en la Linea D, y una vez por semana, veo sospechosos -supongo que es la línea más tentadora para afanar, no sólo por la cantidad de gente sino tmbién porq recorre los barrios mas pudientes de la ciudad.
Tengo el ojo entrenado ya para ubicar a los punguistas y demás... La última vez no fue el motorman el que avisó, sino q tuve q avisar yo... Dije en voz alta "por favor tengan cuidado con sus billeteras y carteras". Es increible que los propios usuarios no tomen minimas medidas de seguridad, como llevar los bolsos adelante o sacarse los celulares de los bolsillos traseros.

pm dijo...

hace un par de meses en el subte D se dio una situacion rara. un tipo con un bolsito a la altura de la cintura se pegaba a la espalda de la gente que queria bajar pero nunca bajaba. entre varios nos dimos cuenta que el tipo queria robarle algo a alguien y se lo hicimos saber a un policia que estaba en Bulnes a lo que el inutil replico "si no lo veo yo, no puedo hacer nada"
patético querido uniformado...

Anónimo dijo...

Hace uno meses, mi novio viajaba en la linea D de subtes, rumbo al trabajo, cuando ve a uno de estos "punguistas" abrir la mochila de un chico. Es entonces que, el pibe se da cuenta, a la par que se abre la puerta del subte.
En ese instante, mi novio reacciono dandole una trompada al caco, y bajandose, junto con el casi pungueado, y el caco.
Lo retubieron ahi, en la estacion, hasta que se apersono personal policial.
Detuvieron al caco, tomaron los testimonios de mi novio y el pibe.
En fin... hasta ahi, todo normal.
Pero... una semana despues, en el mismo subte, a quien se encuentra mi novio en la estacion????
Si!!! al caco!!!! ajajaj. Increible!.
El tipo lo reconoce y le dice, sonriendose: "sin rencores pibe, este es mi laburo".

Y bien, es por eso que la gente del subte los conocen... ese es su ambito de laburo!!!!.

Saludos.

Natalia.

Unknown dijo...

Uno sabe que están y en qué lugares están... Yo viajo diariamente por Liniers, semanalmente por Once, y ya estoy acostumbrada, son precavida, todavía doy perfil de estudiante, voy siempre con mis libritos y hasta ahora safaba... hasta el jueves pasado, que en Once me manotearon el celu cuando bajaba del tren (hasta las manos, no hace falta aclarar).
Un Airam viejísimo, que se quedaba sin batería a cada rato, que las teclas estaban duras, todo feíto, sin pantallita color ni música, ni cámara, ni nada... pero tenía 50$ de crédito... cuando hice la denuncia en la empresa de telefonía celular me dijeron que solo quedaban 0,60 centavos de crédito...

Un loco con bolsitas dijo...

Me sigue resultando increíble cuando habla el motorman a los pasajeros...
El otro día, en Lacroze que subía mucha gente, el tipo mandó: VAAAAAMOS TORTUUUUGAAAAAS!!!

Casi me muero de la risa, pero es inaudito que se crea con el poder de decir lo que se le cante....

Anónimo dijo...

HAY UN GRUPO DE ENTRE 7 Y 10 SUJETOS QUE SON PUNGAS. ROBAN X LA MAÑANA EN EL KM 29 DE LA RUTA 3 A PASITOS DE LA ESTACION INDEPENDENCIA DEL BELGRANO SUR. AL MEDIODIA SE VAN PARA LAFERRERE. Y X LA TARDE ESTAN EN SAN JUSTO.
CONOCEMOS LA CASA DE ESTOS SUJETOS QUE VIVEN EN EL BARRIO LAS CASITAS DE GONZALEZ CATAN. SU JEFE SE APODA ÑATO Y LAA BANDA SE HACE LLAMAR LOS TUCUMANOS.
HAGAN ALGO POR FAVOR...
ALEJANDRO DE GONZALEZ CATAN.
(una vez les dije algo y me prometieron cortarme la cara).-

Anónimo dijo...

No se en los casos puntuales de demas lineas de subtes, pero en la linea "B", los punguistas actuan bajo el amparo de jefes policiales corruptos que a cambio de unos 100 pesos semanales los dejan "trabajar", y tenemos que aclarar que no son los policias de las estaciones, sino "oficiales", que "recaudan" dinero ilegalmente, por eso, este sistema no se termina, por la corrupcion enquistada de estos funcionarios.
Saludos