sábado, 21 de julio de 2007

El Furgon

Enviado por Juan Pablo.
De los tantos males que padece uno cuando usa el sistema de transporte público, me viene a la mente uno que es el que últimamente más me duele, por no decir que me enfurece, me defrauda y me exaspera.
Subo al tren todas las mañanas a las ocho en la estación San Martín, línea mitre que va de Suárez a Retiro, para ir a trabajar. Muchas veces, hay tanta gente en los vagones que no se puede subir, ya no porque la gente no te haga lugar o algo por el estilo, sino porque las leyes de la física lo impiden, la materia es impenetrable, y el amontonamiento de gente es tan grande que directamente uno no se puede subir, salvo practicando el mosh, pero los pasajeros a esa hora no están de mucho humor como para hacerte el aguante. Es entonces, que desarrollando esa picardía o audacia que necesita todo pasajero responsable de sus horarios de trabajo, he llegado a la conclusión de que en el furgón, es más posible que sobren 15 centímetros cuadrados libres como para abordar aunque sea parado en un solo pie. Y lo hago. Aparentemente el grueso de la gente guarda cierto prejuicio para con ser pasajero de furgón, parece "cosa de negros".
Ahora bien, todos sabemos que en el furgón van las bicicletas, así lo indica el reglamento vigente. Lo que a mí me molesta mucho, es la actitud de ciertos ciclistas que abordan el tren, quienes creen que el furgón es exclusivo para ellos, y que los demás deberían viajar en otro vagón. Es por eso que al abordar, entran dando golpes con sus bicicletas a quien sea que se ponga en su camino, vociferando consignas en contra de los que viajan sin bici. En ningún reglamento dice que otro pasajero no puede viajar en el furgón, lo único especificado es que las bicicletas y los bultos deben ir allí, pero no prohíbe la permanencia de otros pasajeros. Al bajar es lo mismo, te apoyan la rueda sucia en la ropa sin el menor cargo de conciencia ni mucho menos aún, pedido de disculpas alguno. No sé si creerán que porque uno trabaja de corbata tiene mejores condiciones laborales o gana mucho más que ellos, o es un funcionario del gobierno, no lo sé. Deberían pensar que nadie que vaya en tren tiene el copete mucho más parado, menos quien viaja en el furgón.
Entonces me voy mucho más profundo y me doy cuenta de que, no obstante la opresión que ejerce una empresa concesionaria del transporte ferroviario, debemos lidiar con un enemigo mucho peor: la falta de solidaridad. Si somos tan soberbios e indiferentes entre nosotros mismos, ¿qué podemos esperar de un magnate que hace negocios turbios con el estado?
Es cultural el problema, es hasta lógico diría yo. Porque si tuviéramos la suficiente solidaridad como para respetarnos los unos a los otros, también podríamos respetarnos a nosotros mismos para tener un poco de dignidad y movilizarnos en protesta, y llamar a un boicot o a una movilización multitudinaria, para que de una vez por todas, se nos trate a los pasajeros como a seres humanos dignos, que pagan por un servicio de transporte del cual es responsable, primero el estado y después la concesionaria.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

me encanta este blog, lo escuche una ves en la radio y lo agende porque mientras viajaba en colectivo, COMO EL ORTOOOOOOOOOO EN EL 60 !!!!!!!!!! , me reia mucho por la situacion i por lo decian a medida q el viaje se extendia jajaja, asi q bueno nada, aca pase a dejar mi huella, i voi a seguir pasando porque es muy interesante.
beso.
saludos.
i me gustaria ssaber aquien tengo el gusto de dirigirme?


adios.
mariannn

Anónimo dijo...

si te referís al autor del articulo, me llamo Juan Pablo y soy un usuario de transporte público. La dueña del blog se llama cande.

viajecomoelorto dijo...

Hola soy Cande autora de Viaje como el Orto...gracias por pasar y comentar, gracias por el apoyo, gracias Juan por el comentario que me mandaste.

Alejandro dijo...

Juan ante todo aviso:no creo y me disgusta la frase "lucha de clases".. Pero creo entender algo de lo del furgón. Yo era asiduo bicicletero del san martín. Las bicis ahí se apilan no de parado sino acostadas..y con miles de pasajeros. Al bajar es un "pasame la cuarta de abajo hacia arriba" y las bicis vuelan, pasan como decis haciendo mosh y de casualidad..te toca la tuya. Muchas veces, cuando tuve una bici nueva, te digo me dio cosa el arruinar la pintura en el furgón, y si este venia inutilizado de espacio..intenté entrar en el coche común. La cara de odio y desprecio y los comentarios de la gente que ni siquiera te mira y te dice "eh pibe";sino que desprenden un "esa gente que no sabe que las bicis.."etc etc... te hacen odiar al pasaje entero y decir "mas solidaridad enceuntro en el furgón". Creo que por eso después en el furgón se mira mal al que no lleva bulto (jojo, no se mal entienda).
Es como un "este es mi lugar, si yo estuviese en el tuyo, me aborrecerías" Igualmente tenés razón que todo pasa por la falta de solidaridad. Aunque Argentina es uno de los paises mas solidarios, si te pasa algo,siempre hay quien te ayude. QUiero no pensar que la solidaridad se extinguió, porque ese dia salgo con hacha a ajusticiar algunas cosas.
Creo que lo que pasa es que se sobreponen los intereses de todos, y todos quieren llegar puntual, y todos quieren viajar bien..y nose puede. Por que a las 3 de la tarde no pasa nada de eso. Vos podes viajar con la bici en cualquier lado, y cualquiera viaja en el furgón. Más aún vuelvo sobre mí y digo no es un problema de lugar. Es un problema de las deficiencias que contamos como ciudadanos. ¿Haremos algo al respecto? Creo que si, creo que este espacio nos hace pensar en que no estamos solos luchando contra el resto del tren, sino que dentro..viajan unos cuantos que piensan que la cosa no esta mal. Ya se cantará victoria...

Unknown dijo...

Juan Pablo, estas en lo cierto, es una cuestion de respeto mutuo, el cual no existe. Nadie reconoce o muchas veces ignora que viola el derecho de terceros, el que se para en una vereda angosta impidiendo el libre transito de los que vienen detrás o en sentido contrario, el que con el auto se para sobre la senda peatonal, en la cola del banco, el que pone cara de lo mio es solo una preguntita y se evita una cola de 10 o 15 min que hacemos los que respetamos el derecho del que llegó primero y mil millones de ejemplos mas, y no es cuestion de dinero, los irrespetuosos pertenecen a todas las clases, y son abrumadoramente superiores en cantidad. Es por esto que ya hace tiempo comprendí que este vendito país, jamás va a cambiar.
Saludos!.
Alberto

Anónimo dijo...

Juan Pablo:

Primero, creo que la gente que no tiene bicicleta no viaja en el furgon no por "asco" a la clase de gente que viaja ahi sino por respeto a los que la tienen. Si bien no hay nadie que te lo impida me parece injusto que alguien con bicicleta no pueda subirse porque haya gente sin bicicleta que ocupe su lugar. Todo esto, teniendo en cuenta que solo el 10% del tren esta decicado a ellos.
Segundo, en referencia a:
"Es por eso que al abordar, entran dando golpes con sus bicicletas a quien sea que se ponga en su camino (...)Al bajar es lo mismo, te apoyan la rueda sucia en la ropa..."
Si no queres mancharte la ropa, o te molestan las bicis, NO TE SUBAS a un lugar donde es mas probable que recibas ese trato, simplemente porque esta hecho para eso.

Andres